El 4 de mayo de 1912, más de 10,000 personas tomaron las calles de la Ciudad de Nueva York. Marchaban en uno de los mayores desfiles por el sufragio femenino que la nación había visto jamás. Una de las líderes era una joven de 16 años llamada Mabel Ping-Hua Lee.
En aquella época, la mayoría de las mujeres de Estados Unidos no tenían derecho al voto. Al igual que sus compañeras de protesta, Lee creía que era injusto que las mujeres no tuvieran los mismos derechos que los hombres. Pero como inmigrante de China, Lee tenía aún menos derechos que la mayoría de las demás mujeres.
“A principios del siglo XX, no se respetaba a las mujeres, y aún menos a las inmigrantes”, afirmó la historiadora y escritora Cathleen Cahill.