Los viajeros del aeropuerto internacional de Los Ángeles (LAX), en California, tienen que pensar con antelación cómo saciar su sed. El verano pasado entró en vigor una nueva norma que prohíbe la venta de botellas de agua de plástico en el aeropuerto. En su lugar, se anima a la gente a llevar botellas reutilizables y llenarlas en las fuentes de agua. El aeropuerto de Los Ángeles es el segundo del mundo en hacer este cambio.
Los que están a favor de la decisión dicen que es un paso en la dirección correcta para salvar el medio ambiente.
Según un informe de 2023 de las Naciones Unidas, en el mundo se venden más de un millón de botellas de agua por minuto. La mayoría no se recicla adecuadamente y termina en los vertederos.
Pero quienes se oponen a la nueva norma señalan que en el aeropuerto de Los Ángeles todavía se venden jugos y refrescos embotellados. Estas opciones son mucho menos saludables que el agua. Los críticos argumentan que, si el aeropuerto permite la venta de otras bebidas en botellas de plástico, ¿por qué no también de agua?