El 10 de abril de 1912, miles de personas se reunieron en un muelle de Southampton, Inglaterra. Habían venido a ver zarpar al barco más grande del mundo, el RMS Titanic, en su primera travesía. El enorme barco alcanzaba la longitud de cuatro cuadras y era más alto que la mayoría de los edificios de la época. Se esperaba que el Titanic llegara a la ciudad de Nueva York una semana más tarde.
Pero nunca llegó. Poco antes de la medianoche del 14 de abril, el Titanic chocó con un iceberg. La montaña de hielo abrió el costado derecho del barco. El agua de mar comenzó a entrar a borbotones. En menos de tres horas, el Titanic se hundió en el fondo del océano Atlántico. De las más de 2,200 personas que iban a bordo, solo sobrevivieron alrededor de 705. Más de un siglo después, la trágica historia del Titanic sigue fascinando a todos, desde niños a historiadores.
“No importa quién seas, cuál sea tu edad o tus intereses, hay algo en la historia del Titanic que despierta tu interés”, contó el explorador Robert Ballard a Scholastic News en 2012. Es el explorador que descubrió los restos del Titanic 73 años después de su naufragio.