Para algunos estudiantes, el almuerzo es como una carrera. Deben esperar en la fila de la cafetería, encontrar un asiento y comer antes de que suene la campana. Pero muchos estudiantes de Maine pronto podrían tener más tiempo para disfrutar su comida. Una ley en ese estado exigirá que las escuelas den a los niños al menos 30 minutos para almorzar. Otros estados, como Carolina del Sur y Rhode Island, consideran leyes similares.
“Los estudiantes nos cuentan que se sienten muy estresados al tener que terminarse la comida con prisa—dijo Anna Korsen. Trabaja en una organización llamada Full Plates Full Potential—. Puede que no reciban una nutrición adecuada si no se terminan toda la comida”, añadió.
Los estudios demuestran que los niños que tienen periodos para almorzar más cortos comen menos frutas y verduras.
Pero habría que recortar las clases para sacar tiempo para los almuerzos más largos. Alguna gente sostiene que los niños no pueden permitirse perder ese valioso tiempo de aprendizaje.