Cambió las reglas del juego

Te levantas un sábado por la mañana y enciendes la consola de Nintendo Switch o PlayStation. Abres la pantalla y ves decenas de juegos en tu biblioteca. Pasas de jugar Minecraft a sentarte al volante en tu juego de carreras favorito con solo presionar unos botones.

Ahora imagina que Minecraft fuera el único juego que pudieras jugar. Así era el mundo de los videojuegos en 1976. En aquel entonces, las videoconsolas más populares solo tenían entre uno y tres juegos. Si querías jugar algo diferente, tenías que comprar otra consola. 

Todo cambió gracias a un ingeniero llamado Gerald Lawson. Dirigió el equipo que inventó la primera videoconsola de cartuchos. Los jugadores podían quitar y poner los cartuchos para jugar diferentes juegos.

“Revolucionó nuestra forma de jugar”, dice James Lewis. Es miembro de la Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos (IGDA, por sus siglas en inglés).

Lawson nació en la Ciudad de Nueva York en 1940. En primero de primaria, su maestro colgó una foto de George Washington Carver en el salón de clases. Este hombre, antes esclavo, se convirtió en un famoso científico e inventor. Su trabajo inspiró a Lawson a ser inventor él también.

De niño, a Lawson le encantaba la electrónica. Con 13 años construyó una radio y creó su propia emisora. Para ganar dinero, arreglaba las TV estropeadas de sus vecinos. 

A principios de los años 1970 se mudó a California y trabajó en Fairchild Semiconductor. La empresa fabricaba piezas para computadoras. Lawson era en aquella época uno de los pocos ingenieros técnicos negros.

El primer videojuego, Computer Space, se lanzó en 1971. Lawson lo jugó y creó sus propios videojuegos en su garaje. Uno de sus juegos llamó la atención de sus jefes. Le pidieron diseñar una consola para Fairchild. 

En 1976, Lawson y su equipo dieron vida a una de sus ideas. La Fairchild Channel F fue la primera consola con cartuchos para tener en casa. Los jugadores podían comprar diferentes cartuchos y pasar de un juego a otro, como Space War o Bowling. 

Sin embargo, la Channel F no tuvo mucho éxito. Solo se vendieron unas 350,000 antes de dejar de fabricarse. Pero otra consola de cartuchos, fabricada por Atari, enseguida tomó al mundo por sorpresa. Se vendieron unos 30 millones. Las consolas más populares de los años 80 también tenían cartuchos. Más tarde, los juegos venían en unos discos llamados CD, antes de que descargar los juegos fuera lo normal. 

Los cartuchos de Lawson abrieron el camino a todas las videoconsolas posteriores. Lewis dice que deberíamos pensar en Lawson cada vez que veamos una Xbox o PlayStation.

Lawson murió en 2011. La IGDA creó el Premio Gerald Lawson a la Trayectoria en el Desarrollo de Juegos en su honor. Reconoce los logros de los mejores desarrolladores de juegos negros de hoy día. 

Lewis espera que más gente se deje inspirar por Lawson.

“Utilizó su talento para hacer feliz a la gente —dice Lewis—. No debemos olvidar su legado”.