Jim McMahon/Mapman®
Imagina que estás sentado en casa cuando, de pronto, ¡BUM! Se oye un fuerte estallido cerca. Esto sucedió hace tres años en Brasil, en un pueblo llamado Jacilândia. Una roca cayó cerca de la casa de Adriano Gomes. Le dijo a los periodistas que el ruido había sido tan fuerte como el de un avión. Al principio, tenía miedo de tocar el extraño objeto.
Su vida cambió enseguida. Gomes se enteró de que no era una roca cualquiera. Era un meteorito que había caído del espacio. Varios coleccionistas de ciudades lejanas se pusieron en contacto con Gomes. Le ofrecieron dinero, con la esperanza de comprar un trozo del espacio.
Pero entonces un equipo de científicas llamado As Meteoríticas le contactaron. Querían el meteorito por una razón diferente: para estudiarlo.
“Cada meteorito es una pieza de un rompecabezas que nos enseña la historia de nuestro sistema solar”, dice Maria Elizabeth Zucolotto. Es geóloga y miembro de As Meteoríticas.
¿Qué haría Gomes con este hallazgo irrepetible?