En agosto, muchos acudieron al Jardín Botánico de EE. UU. en Washington D.C. Fueron a ver algo poco común y a oler un fuerte aroma. Una flor cadávez florecía (izquierda). Esta colorida planta medía 7 pies y 6 pulgadas de alto. O sea que era más alta que cualquier jugador de baloncesto profesional de hoy en día. Las flores cadáver son nativas de las selvas tropicales del sudeste de Asia. Su apodo se refiere al espantoso olor, que se compara al de la carne podrida. Pero estas flores apestosas no duran mucho tiempo. Empiezan a marchitarse en un par de días.