“¡Llegó de la nada!”

Los residentes de Phoenix, Arizona, salieron corriendo. La gente buscó refugio. Los conductores, aterrorizados, pararon sus autos. El aeropuerto local canceló los vuelos. Momentos después, una enorme pared de polvo se tragó la ciudad. Pronto le siguieron fuertes tormentas eléctricas que arrancaron árboles de raíz. Decenas de miles de personas en la zona se quedaron sin luz. 

¿Qué fue este fenómeno meteorológico tan violento? Fue una enorme tormenta de polvo llamada haboob. Estas tormentas se forman cuando los fuertes vientos de las tormentas eléctricas levantan grandes cantidades de polvo y residuos al aire. La nube de polvo gigante que pasó por el centro de Arizona en agosto tenía unos 5,000 pies de alto y al menos 50 millas de ancho. La gente en el centro de la tormenta no podía ver ni a unos pocos pies de distancia.

Una pared de polvo

Jim McMahon/Mapman®

Todos los años, entre junio y septiembre, se forman unos cuantos haboobs en el suroeste de EE. UU. Es la temporada de los monzones. Los monzones son vientos fuertes que soplan desde el océano Pacífico y el golfo de California. Estos vientos suelen traer fuertes tormentas eléctricas que pueden causar los haboobs. Y todo esto suele ocurrir sin previo aviso.

Blake Lynch lo sabe de primera mano. El 25 de agosto, este niño de 12 años estaba a punto de cenar con su familia. De pronto, recibieron una alerta de que quedaban pocos minutos para la tormenta.

“Miramos afuera y vimos que venía una enorme nube de polvo —cuenta Blake—. Llegó de la nada muy rápido y envolvió nuestra casa”.